domingo, febrero 17, 2008

Poquito sobre mi madre II

La muerte es un exceso de verdad. Y poco hay más contundente y conmocionante que eso. La primera verdad es su certeza: nada puede volver atrás; todo intento de resucitar cosas pasadas es inútil. Antes también lo era, por supuesto, pero por algún mecanismo extraño siempre seguimos poniendo empeño en que vuelva, al menos en una sensación, en un sentimiento. La muerte es el fin de eso, el último umbral, la frontera que se cruza en un solo sentido. Así es que quienes matan a otro ingresan en un estadio que a la mayoría de los mortales se nos escapa, una especie de impunidad absoluta con la que es difícil no tentarse.
Además de la primera y obvia verdad de que ella ya no va estar, y que no va a estar cuando ellos crezcan y me empiece a quedar sola, sola de motivo, es que más o menos podés darte una idea de tus días por venir, de cómo será tu trayecto hacia la línea de la frontera final. Ante eso, algo que no sos vos te conserva, te retiene aquí, más allá de los hijos incluso. Es un mecanismo más complejo, que tal vez no sólo tenga que ver con lo biológico. Y la desazón tampoco tiene que ver con saber lo que vendrá, ni que en lo que vendrá no hay nada de eso que alguna vez te entusiasmó. Es sólo la conciencia de la decadencia, el exceso de su verdad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

lucy, qué lúcida y serena tu escritura en un momento así. te mando un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

este espacio finge como esta esfinge de enrico. y este paréntesis se abre sin cerrar y sentencia "estás borracho", y acaso no deberíamos abrazarnos como las lágrimas abrazan tu carita de scalextric... y sólo la música y las letras que no son todo, aunque tus pesares se muestren tristes como el segundo movimiento de ravel que te deja inmóvil y te recorre la mejilla. Y nadie usa el término "mejilla" acá en el barrio. Pero yo quien escribe estamos (sí en plural) pletóricos de etiqueta roja. etiqueta roja etiqueta roja. y quiero llorar y en realidad este comentario es un llanto a ti. desahogo y antiparras lucy y antiparras lucy. Vuelvo acá porque todos tenemos un poco de lucy en el corazón.

saludos lucy, saludos