lunes, julio 31, 2006

Óxido

Escribo porque si no el terapeuta me va a decir algo, hasta me puede regañar. Salí con G y pasó lo que tenía que pasar: nada; o sea, sí sexo, pero nada, ni un atisbo. Después me saqué las ganas en un fin de semana de mierda, en el que dormí todo el tiempo pero con culpa, miré películas con culpa, me masturbé con culpa. Con G. (para sacarme las ganas con las que me había dejado). Pero también con el señor. No me lo puedo sacar de la cabeza, está en todos lados. Hasta cuando me llaman los chicos, está. Pensé que iba a ser más fácil. No mucho, un poco, pero más fácil. Era mentira. Siempre todo lo pensado antes resulta mentira después. Es inevitable. Y una hace según el antes, es imposible hacer según el después, porque es el después de ese antes el que lo hace después, y porque no sabe el después y porque si supiera el después no haría el antes. Así estoy, sin poder encontrarle una salida al laberinto. El tiempo, sí, todas me dicen lo mismo; algunos de ellos también me lo dicen. Pero, perdón por la negativa, el tiempo que pasó el que viene no te lo recompensa. Y esa ansiedad te corcome, es como el óxido, que sin que te des cuenta se empieza a instalar y cuando tenés que sacarlo es un laburo bárbaro; a veces ni siquiera lo podés sacar del todo. No quiero llorar más, no quiero llorar más. No quiero llorarlo más.

viernes, julio 28, 2006

No entiendo

El señor sigue ahí. La referencia obvia es que es dios, pero sabemos que dios no existe. Él sí existe. G volvió a llamar, y lo pateé para el fin de semana, algo más obvio, más tradicional, más no sé qué mierda, pero es más. No entiendo algunas cosas: si alguna vez fui la chica vital que creo que fui, si hoy soy este desastre que creo que soy, o si nunca fui ni una cosa ni la otra, y todo se trató de una ilusión que él, que como el tiempo es masculino, se llevó sin avisarme y yo aún sigo buscando como si lo hubiera dejado en algún lado (especialmente en la cartera) y no lo encuentro, cuando en realidad lo perdí, lo perdí definitivamente, o fue una idea que alguna vez soñé tan fuerte que se coló una mañana en mi vida y yo creí que era cierto.

miércoles, julio 26, 2006

G

Yo la tengo me inspira, Lola me conmueve. ¡Qué envida! Haber tenido un papá así. Nunca me enteré de nada parecido de mi viejo; para mí, oficial y extraoficialmente, ella, mi mamá, siempre fue la mujer de su vida. De hecho la dejó conmigo hacer lo que quiera. Hasta que yo la frené. Ahora la estoy jodiendo un poco, porque me puse en su profesión y recibo más halagos que ella. Pero es no cura nada, calma un poco, y eso está bien porque ésta es la época de los calmantes. Así que me perdí la otra parte, la de la hija. Fui muchas veces con mi hija al cine, pero no me pude acordar de eso que se acordó Lola, la cabeza en el hombro del papá. Siempre como mínimo íbamos los tres y nunca al lado de mi papá. No me inspiraba, creo. Ayer con G no pude, porque no tenía forros. Quería hacerlo igual pero yo me negué. Se ofendió mucho, no sé si vamos a tener otro encuentro. No quiso bajar a comprar ni tampoco dejó que yo bajara. Tenía una actitud de reproche ridícula, infantil, decía que igual nos podíamos hacer caricias. Pero yo quería que me la metiera. Hace mucho que no me la meten. El señor fue el último. Me dijo que lo mejor era que me fuera, y me fui. G valía el esfuerzo, 1,78 , buen calce (el íntimo también), lindos besos, cariñoso, afectuoso, contenedor con todas mis estupideces, una buena profesión que ama sanamente y que le reporta buenos pesos, sin hijos. Pero no quise. Primero pensé que con eso no se jodía. Después se me ocurrió pensar que había sido una excusa: el señor había aparecido entre el momento que salí de terapia y el que arreglé con G. No personalmente, me llamó. Me dijo algunas cosas se los chicos y yo les respondí. Y después se volvió a insinuar. Salvo que yo esté muy mal, él se insinúa. Escucha algo, como G el otro día que escuchó que yo volvía. Es un sonido de otro orden, como el que escuchan sólo los perros. Supongo que está en mis tonos, no sé, en algún lugar está; eso ya es seguro. Sentí que volvía a marcar el paso, por decirlo de una manera que se entienda; lleva la iniciativa. ¿Querés coger? No. Entonces no me importa, yo sí. ¿Ah, sí, querés coger?, entonces programemos encuentros semanales, yo qué sé. Tal vez sea lo único que él quiere, pero a mí no me suena. Me suena a otra cosa, a sentirse que sigue dominando la escena, no sé. No me suena a amor lo suyo, como no me sonaba el año pasado. A la idea que tengo del amor, que no sé si es la acertada. Pero es mi idea. Algo así como no interesa mucho lo que vos quieras, si total tenés mi amor. Con eso te tendría que alcanzar y sobrar, qué más querés. ¿Querés hacer tu vida? Bueno, está bien, pero amame. Y que no haya nada más importante que yo, en ningún momento. No quiero llorar, pero no puedo evitarlo.

martes, julio 25, 2006

Comment

Chequeo el blog y me estremezco: lo que no esperaba que ocurriese aunque me moría de que ocurriera, ocurrió: un comment. Casi tiemblo. Qué casi, temblé de verdad al leerlo. Gracias lola.Qué más puedo decir. Tal vez mi terapeuta tenía razón (y todavía la tenga) y esto de escribir haga bien. Hoy tengo terapia después de más de quince días. El comment va a ser uno de los temas, seguro, ya voy armando cosas en mi cabeza, aunque sé que eso nunca resulta, después termino hablando de cualquier cosa. Seguro que de G.

Volvió el señor

El señor (mi ex) se fue unos días a no sé dónde (en verdad sí sé, pero todavía no me animo a decir cosas que permitan descubrirlo) y me quedé sola con las chicos quince días. En mi estado (que no es de gravidez), un bálsamo: te ocupan tanto que no te dan tiempo a pensar en nada, en nada de lo que a una le interesan y la hacen sentir así, como parece que quisiera sentirse al decir de amigas y familiares, que no te lo dicen en palabras pero te lo demuestran a cada momento, dándote ayuda que no necesitás, no estando cuando las necesitás, o no siendo indicadas para lo que necesitás. De nuevo sola, escribo. Al terapeuta le dije qu no pude hacerlo por los chicos, y él se la creyó (hay cosas que yo nunca tomaría en serio de un paciente, pero ellos con creyendo esas mentiras parecen estar desarrollando una estrategia que nos va a conducir a la salvación. Bullshit). El silencio es aplastante, así que cargo el mp3 con Blur, Dylan y PJ Harvey. Linda mezcla pienso, mientras no puedo creer la caída que me imaginaba cuando los chicos se fueran pero nunca así, nunca así. En dos horas se fue a la mierda todo lo conseguido en quince días. En verdad no conseguí nada, pero yo creí que sí había conseguido. Un placebo. Si tuviera algún reemplazo... El lexapro no hace el mismo efecto, permite seguir funcionando, pero no sentir que una va a poder salir. Se vino todo quemadito el guacho, y yo preparándole la comida a los chicos porque si se los dejo a él sólo comen basura. En realidad es un buen padre, pero yo no lo soporto, no soporto nada a mi alrededor, aunque G me llamó y me dijo de ir a tomar algo esta noche, o ir al cine si quería. Pero ver a todos esos pendejos que por no ser mis hijos son de mierda, no me lo banco. G está bueno, es lindo, te da toda la contención que cualqueir tipo te da al principio para cogerte y después, con el tiempo o quizás con el conocimiento te deja de dar. Tengo que seguir el consejo de mi amiga M: cogé y dejate de joder. Creo que me falta eso.

miércoles, julio 12, 2006

No estoy sola

Gracias Lola. Te leo desde hace mucho y a veces, como esta, me hacés mucho bien. No estoy sola. La falta de Mundial me dejó muy vacía y tan sola como antes. Pero ya se pasará, como se pasa todo. Un tiro en la cabeza no está mal, pero estan los chicos, viste?, y la idea que se te hace de ellos preguntándose y acusándote de cagarles la vida, de haberte ido así sin avisar sin decir nada sin previo aviso como para que tuvieran una mínima idea, algo de lo que agarrarse por las dudas o por lo que sea, me pesa mucho. Yo no me animo. Por lo menos que no me acusen como yo acuso a mis viejos, que no son de Libra, como los tuyos, sino de de Acuario. Tal vez sea el mismo perro con distinto collar. También me hiciste acordar que me tengo que anotar en el segundo cuatrimestre de la facu, así que gracias doblemente.

martes, julio 04, 2006

Dóping

Lola está a las puteadas (Unfortunate Mammals Indeed Especialmente las imbéciles, como yo), tal vez cuando tenga el varón que le sugirieron cambie la cosa. No porque sea varón, sino porque será el segundo, y con el segundo todo cambia. El primero mío es varón, y está haciendo el curso de ingreso a un secundario, para lo cual tiene que hacer otro curso en donde le preparan para el curso. Otra de las imbecibilidades promovidas por algo que a Lola se le escapa: la socialización de nuestros hijos nos pertenece poco. Con toda esa parafernalia que nos asusta con que nuestros vástagos queden fuera de algo que todos dicen que es importante no se puede hacer frente. El pobre chico ve que todos los demás están haciendo un curso, que sus familias les están encima, que toman esto como un asunto familiar y entonces no queda otra que mandarlo al curso para el curso para que entre y después no se siente frustrado y reproche de por vida que nosotras, por algún motivo, no hicimos el esfuerzo. Una mierda. Encima madres con las que te viste todas las semanas que tus hijos compartieron el primario no te avisan que cierra la fecha de inscripción al curso del curso así sus hijos tienen menos competencia. Más mierda. Me hace acordar a un entrenador mío que hablando del doping me dijo una vez: si estás en una final olímpica y la del andarivel uno tiene enema de aire, la del dos transfusión de sangre, la del tres un complejo vitamínico que en verdad son hormonas, y así sucesivamente hasta vos, ¿vos no tomarías nada? Entonces todas terminamos dopándonos de alguna manera. ¿Para qué mierda lo mandaste a una escuela que creías que iba a ser mejor para su futuro si en el futuro tenés que mandarlo a hacer otro curso porque lo de la escuela no le alcanza? Y en verdad no es que no le alcanza, sino que los exámenes para ingresar tienen ciertos trucos que no te enseñan en la escuela, entonces tenés que hacer el curso para aprenderlos y así sentirte confiado. Porque todo se resume a eso, a la confianza, a convencerte que podés entrar. Un poco como el Mundial: tenés que estar convencido de que le podés ganar al otro, como Alemania con Argentina, por más que juegue pésimo. Y ahí está Lola, con su ira. Y lo de la abuela (la madre de Lola) no está tan mal. Las abuelas están para eso, aunque si facturan es otra reverenda mierda que hay que bancarse. Porque lo que queda en el medio es el vástago. Es como cuando los chicos vienen con la pregunta de dónde vienen y vos te ocupás de explicarle más o menos científicamente el asunto: ahí te das cuenta que dios tiene más adherentes por comodidad que por convicción: le decís al chico que lo hizo dios y listo, te ahorrás el problema. Como con esto: un poco más de guita para que la nena tenga su disfraz de paisanita y no se sienta diferente a los demás. Si no es así es después en el psicólogo (que igual lo vas a tener que pagar), así que la guita te la sacan siempre. Lo mismo que las ganas y la autonomía en cuanto a lo querés que sea la educación de tus hijos. A mí tampoco me apasiona toda es boludez. Pero la modernidad inventó un mundo según la estadística, o sea según la media: el ginecólogo te dice lo mismo que le dice a cualquier embarazada, salvo que preguntes; los colectivos son para gente como nosotras, de estatura media y peso medio, no para gente bajita como los chicos y con problemas de movimiento como los viejos; ni que hablar de los discapacitados. Los médicos te recetan de la misma manera. Y si un tipo se comió dos pollos eso quiere decir que dos se comieron uno cada uno, y todas sabemos que no es así, pero la estadística funciona así. Lo peor es que todas esa madres y padres con los que nos cruzamos a la salidad de la escuela o en los actos pedorros que hacen se muestran convencidos de que todo eso a ellos no los afecta y que se manejan con la autonomía que nosotras sentimos avasallada. Como si fueran más piolas, más inteligentes, más fucking no sé qué. Te llenan de impotencia. Todo muy feo. Y encima afuera del Mundial. Me voy a ver Italia-Alemania.

lunes, julio 03, 2006

72 segundos

Ya no quedan cosas para leer sobre el Mundial, menos para escuchar o ver: TyC y el resto repite fragmentos aburridos de Argentina-Alemania y entero Brasil-Francia. También pasan imágenes desde Brasil, su bronca y nuestro conformismo. El retiro de Abraham (agradecimientos) es una pena, Quintín no ilumina (lo había hecho en varias ocasiones durante el Mundial). Queda mañana a las cuatro de la tarde ver a Francia, hinchar por el equipo del técnico mitad intelectual, mitad actor cómico, una especie de Groucho Marx más que de Peter Sellers, como le dijo Nelson en TyC. Para nosotras queda poco, tanto varón triste con este día gris que sólo invita a la nostalgia y a la desazón, al desgano, a la tonta idea de volver a un refugio, cualquiera sea éste con tal de no sufrir más dolar ni soledad. Ayer me imaginaba a las mujeres de los jugadores: pobrecitas. Próximamente viene el mundial de basquet, es juego que tuvo un entrenador que le dijo a sus dirigidos que quien no sabe ganar merece perder después que dejaron escapar un partido en apenas 72 segundos, tal vez la misma cantidad en la que la selección de fútbol mostró su susto y posibilitó su gol: Maxi cabecea al corner una pelota que podía haber despejado sin probelmas hacia el medio, el Pato Abondanzieri le dice qué haces y Ayala lo mira con cara de no boludeemos. Viene el corner y se lesiona el Pato, aunque fue sólo un golpe y no una quebradura como la que dejó afuera a Pumpido en Italia 90. Después vienen los cambios y el miedo ya es pánico. Un ataque de pánico tuvo la Argentina. Me hace acordar al que tuvo River en la copa libertadores que lo dirigió Pellegrini, el técnico del Villarreal de Riquelme. En quince minutos le hicieron tres goles y quedó afuera de una gran oportunidad, después de 17 partidos invicto. Cosa e'mandinga, decía un personaje de historieta argentina que no me acuerdo quién es. Pero pasa todos los días. No quiero escribir más de fútbol, pero no hay otra cosa sobre la que escribir. Tal vez el final del Mundial me anime a alguna otra cosa.

domingo, julio 02, 2006

"La idea es que, como contra España, este partido sea una de las páginas más bellas del Mundial y que en cinco o diez años se diga: 'Queda esto'. Que la gente guarde en su memoria un gran momento de fútbol, es para mí lo más importante." Vaya una a saber por qué la dijo, pero lo cierto es que en medio de tanto resultadismo y defensa de lo poco en vez de búsqueda de lo mucho, Raymond Domenech lo dijo. Gran osadía esa de querer quedar en la memoria, en la historia de los mundiales, como todavía hoy quedan el partido de Francia-Brasil del 86, como quedan las selecciones de Brasil y Francia del 82 más que la del Brasil 98, incluso que la del 2002. Un diario financiero inglés, escuché decirle a Maxi Montenegro en la radio, volteando mitos de los mundiales, dijo que la gente se acordaba más de la Holanda que de la Alemania del 74. Todavía hay algunos hombres que quieren quedar en la historia, en el recuerdo de los demás. Con esa ilusión entregaron el mejor partido del Mundial, aunque por la demostración francesa, no por el avaro marketing brasilero. Con esos anteojitos Domenech tiene pinta de intelectual, casi la inocencia de Clark Kent. Tal vez anuncie una época de reivindicación de la especie. ¿Se acuerdan que en el 86 jugaba el intelectual Valdano y que junto a Diego, Sócrates y otros jugadores dijeron que querían hacer un sindicato para pelear por los derechos de los juegadores, entre ellos lo de no jugar a las 12 del mediodía porque la televisión así lo pedía?

Cambiar el caballo a mitad del río

De lo mejor de lo leído y escuchado hasta el momento: el rechazo de lehmann. Algo parecido a lo mío de Ambición. Pero sigue sin haber reproche. Hay una cosa muy argentina de creer que todo es factible de ser pensado y ejecutado a la perfección, que todo tiene arreglo. El mundo es un quilombo y en todos lados actúan con la misma miserabilidad que acá, pero nosotros creemos que no. La mano de Ballack similar a la que le cobraron a Crespo en el primer tiempo no fue nunca repetida por la televisión alemana, una confesión mayúscula. Y luego de ver cómo se fue Brasil, la tristeza del inicio se transformó en bronca. Un mundial ganable, como dijeron varios. Y nosotros teniendo que esperar a Sudáfrica, en donde seguro que Brasil no será éste y tratará de lavar su afrenta con otro título. El mensaje de Pekerman desde el banco (un cambio siempre es un mensaje al resto del equipo), fue que había que armar ese 4-4-2 con el que se terminó el partido, pero un 4-4-2 para un tipo como Cruz, al que hay que rebolearle la pelota y no dársela al pié, o sea que hay que dársela a dividir, todo lo contrario de lo que había hecho la Argentina hasta poco después del gol. Un mensaje que no tenía nada que ver con lo que se había buscado desde el primer partido, tal vez desde la primera vez que dirigió Pekerman. De hecho armar un equipo alrededor de Riquelme así lo confirmaba. A cualquiera desconcierta semejante contradicción. No hace falta ser un nene para desconcertarse. Como también dijo la ciencia maldita aquí rollo, pekermanista de la última hora, no podés cambiar en el momento crucial de un campeonato el 3-4-1-2 que venías usando para pasar a un nunca trabajado 4-4-2. Pero a esos cambios varoniles las mujeres estamos acostumbradas: cuando esperabas que todo fuese como nos habían demostrado hasta el cansancio que había sido, resulta que era distinto. Como decía mi papá: no se puede cambiar el caballo a mitad del río.

sábado, julio 01, 2006

Ambición

Supongo que al igual que muchos leí, escuché y vi todo lo que pude como una forma de mitigar la tristeza y la desazón. Escuche a una señora que por tener el título de psicóloga y ser titular de no sé qué asociación de esas que se arman para ganar poder a través del prestigio y prestigio a través del poder, sonreír socorronamente por la pena que asolaba al país, especialmente al país masculino. El destrozo de mi hijo me hizo putearla: qué mierda se tenía que burlar de su estado de ánimo. No hay derecho. Fue una nota en Telenoche; el psicólogo en cambio habló bien, dijo que los duelos son así, simplemente se pasan, se transitan, es como el único camino que nos lleva a la dirección que vamos. Después no hubo más: los malos cambios, Riquelme sin acierto, el Chavo Fucks enojado con todos porque decía que no se jugó un gran primer tiempo, simplemente se tuvo la pelota pero la jugada de riesgo fue de Alemania. Tiene razón. Lo superó tácticamente como había sido superado por México, y finalmente sucumbió como le sucedió a México. Aunque yo creo que México sólo quería hacer un buen papel, y si ganaba mejor, pero ése no era su objetivo. En cambio Argentina quería ganar, pero no supo cambiar a tiempo. O mejor dicho cambió mal. Nadie es infalible, y el tipo que había acertado en los cambios para llegar hasta ahí, en los que no podía equivocarse porque no había reparación posible, se equivocó. Pasa en las mejores familias. Pero él dijo que era muy prudente, y a nosotras, por lo general, los tipos muy prudentes no nos convocan. Al menos a las mujeres como yo. Les falta ambición, ese toque de locura que después trataremos de pisotear porque vivir todo el tiempo así es el infierno Maradona. Así como hay que saber bajar un cambio a tiempo hay que saber acelerar cuando corresponde. Y ahora que la escribo me doy cuenta que Pekerman habló de algo que no correspondía, como si el fútbol, eso que los hombres tipo Fazzini no se cansan de comparar con la vida, fuera algo en lo que siempre hay que hacer lo que corresponde. A mí no me parece: no se puede renunciar a cruzar por la mitad de cuadra incluso cuando no pasa ningún auto. Pero con el resultado puesto es fácil. Aunque veo que los varones mucho no se animaron. Ayer vi a Saja en TyC, el arquero de San Lorenzo, y dijo varias cosas interesantes, que incluían críticas respetuosas a Riquelme (no estuvo como todos esperábamos que estuviera) y todos sabemos lo difícil que es criticar a colegas. Así que parece que todavía quedan hombres. Veremos cómo siguen ellos este juego de virildad que a mí tanto me gusta, y a mis amigas les gusta mirar cuando hay un mundial porque dicen que hay jugadores más lindos, especialmente los tanos. Aunque más que nada porque en ningún lugar nos dejan ver la novela que queremos y estamos obligadas a ver tipos corriendo detrás de una pelota. Lástima. Pena por Crespo, tanto tiempo esperando para esto. Lástima Pekerman. Lástima especialmente Riquelme. Creí seriamente que sabrían dar el salto a la grandeza. Pero bueno, eso también alguna vez lo creí de mí. Así que no hay reproche.