miércoles, junio 06, 2007

Madre

Maravilloso. Así de simple. Lástima que a Lola no se le pueden dejar comments, porque hubiera preferido dejárselo en su sitio, incluso poder decírselo con más intimidad. Escribí algo sobre Mi mamá me ama cuando nació el primero de mis hijos. En el puerperio, claro. Trataba de establecer porqué eso era lo primero que nos querían enseñar a escribir. Por qué no papá me quiere, menos pretencioso, más real. Años después un amigo, en una reunión, dijo: no las quiere, no ves que tiene que estar todo el tiempo diciendo que todo los hace por ellas. Quedé pasmada. Hablaba de Maradona y su compulsión a decir que todo lo que hacía lo hacía por las hijas. Mi mamá me ama se hizo más claro. No tanto como lo de Lola, pero sí me había quedado claro. Lo dejé ahí. Era una etapa en la que no escribía, y cuando una no escribe las cosas se le pueden ocurrir, pero le duelene menos.
Hace poco Nazarena Velez me hizo acordar de nuevo del asunto: no los quiere; todo lo hace por los hijos dice a cada paso. Lola lo explica a la perfección. El tema es que somos madres. Entonces la cosa se vuelve jodida. No porque no podamos hablar de estas cosas delante de los chicos, algún día ellos tal vez lean estas cosas. El problema, además de que no entenderían una mierda, sino porque no podemos evitar dejar cicatrices, como las que nos dejaron y por las cuales somos reconocidas. Atrevernos a pensarlo y a decirlo no nos inmuniza.
Los varones fueron bendecidos. Y no por el dolor físico, el sufrimiento, el culo que se te agranda, la cadera que se te ensancha, las tetas que se te caen. Sino porque pueden elegirlo. Deciden ser padres, que no es lo mismo que tener hijos. Nosotras somos madres apenas quedamos embarazadas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

más que chongos, yo iría por uno con hijos