martes, enero 15, 2008

No estoy sola

Me acompaña el gran Moriarty, a esta altura un incondicional. Y un dolor de muelas espectacular, como siempre son los dolores de muelas. Menos, me acompaña la soledad de conocidas y amigas, a las que todavía no me animo a contarles de Lucy, aunque a veces creo que les hará muy bien. Orgullo idiota que le dicen (casi lo mismo, aunque no creo que lo sea, alguna vez el orgullo me sirvió para algo), la cosa es que frente a ellas me presento más entera que la que a las noches se duerme sola, pensar en el horizonte de soledad que la espera, temerosa de engancharse con el primer Moriarty (aunque no seas de esos) que encuentre revoloteándola alrededor, horrorizada por la indefectible caída de carnes, y aún más por recurrir al lugar común de la cirugía para sostener una ilusión insostenible, que es mucho peor que el paso del tiempo: la imposibilidad de mantenerse más o menos fresca para que alguien disponga de su mi cuerpo noche y día todos los días, o al menos un día antes que la desesperación por su falta de atractivo vuelva a sumirme en ésta, mi más absoluta decepción. Nunca las cosas son igual a las imaginadas. Pero yo nunca había llegado a imaginar esta instancia, si bien mi soledad fue más bien una constante que una excepción, el señor había conseguido sacarme esa idea de la cabeza, hacérmela olvidar por un buen rato, volver a creer que aquello que deseamos es posible. Incluso antes de él lo creía. Pero sin juventud eso es difícil, más que quimera, una vil ilusión para mantenerme en pié, irradiando la ilusión de que todavía es posible. Será psoible otra cosas, una compañía, como dijo el señor alguna vez, pero lo otro, lo que te hace ilusionar con lo lindo que es vivir y gozar de lo loca, eso ya fue. Y esa, me parece, es la sensación que tiñe el ánimo de todas mis amigas. Ahora el mío. Ya no estoy sola. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

todos estamos solos, Lucy, ya veces nos acariciamos o nos decimos palabras lindas sólo para olvidarlo un rato.
ahora, qué tendría de malo engancharse con el primer moriarty que encuentres... tal vez no es tan mal candidato, quién te dice

Anónimo dijo...

jaj