El tiempo, con lo único que arrasa, es con una. No sé si arrasa con todo, como sostenés, Moriarty. Acaso el tiempo no te trajo hasta acá, hasta mí? O me hubieras descubierto cuando el señor existía y vos eras vaya una a saber qué? Eso también lo hace el tiempo, la posibilidad de ubicarse en otro lugar y ver otras cosas, la posibilidad de que tu cuerpo cambie y te enseñe nuevos caminos, tu química cerebral se expanda o contraiga cual universo y te permita o impida acceder a nuevos mundos, nuevas mujeres, varones, sexos, personalidades dentro de vos misma, como lo sugiere Lola. Deberías conformarte con esto, Moriarty (lo cual, como varón, seguramente te hará retirarte hacia otro campo de batalla). Es cierto que tu característica insistente te hace varón. Las minas, al menos las varias que conocí, siempre se me hicieron más tácticas y estrategias, midiendo la primera en función de la obtención del objetivo de la segunda. Pero vos temés a lo que temen todos los varones: que los acusen de no haberse animado, de haberse apichonado en vez de ir al frente sacando pecho. Lo que te dije, Moriarty. Conformate con esto, con lo que te doy acá, que es mucho más de lo que te daría personalmente. Vale para todos. Pero más para los que en vez de acompañar quieren mostrar el camino. Tal vez el tiempo te dé la razón. Pero como aprendí de Keynes en mi paso por la facultad de Económicas cuando le preguntaron si su política económica no pondría en riesgo el futuro de la economía: en el futuro estaremos todos muertos.
sábado, septiembre 29, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
soy muy cabeza dura, no me provoqués
Publicar un comentario