miércoles, enero 03, 2007
Una lágrima en Palermo
Seguí así Baby Trash, que como dice un amigo mío nos vamos a quedar sola tomando una lágrima en Palermo. O en San Telmo, que para el caso es lo mismo, aunque más de una pensemos que no es lo mismo. Claro que son todos unos cagones, pero sabemos que no es así; que ni siquiera la mayoría lo son. O sí, pero nosotras seguimos actuando como si no. ¿Qué sentido tiene pedirle valentía a un cobarde? ¿Cómo se nos puede ocurrir que un cobarde puede tener orgullo? La mayoría de las veces es un problema de expectativas, creemos que es Príncipe Azul, por eso a la primera o segunda cita le decimos que ya no esperamos a ningún Príncipe Azul. Sólo estamos tratando de convencernos a nosostras mismas. Por ahora cojamos, que no está tan mal. Es verdad que después se te pasa, pero qué ganas de que ese día nunca llegue.
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