Se fueron todos, y volví a extrañarlo a él. Al señor, al que después de los borregos que me bajé en los últimos dos meses pensé que no volvería a extrañar, que ya no, que me había expulsado de su vida y entonces por fin dejaría que se vaya para siempre. Pero no, lo volví a extrañar. Aunque sé también que lo dejé ir. No sé por qué no entiende esa parte mía de interés por su persona, por sentirlo como alguien con el que puedo hablar, pensar, reírme. Él me mira como si todavía lo quisiera, o quisiera algo con él. Claro que no podemos, él, en vez de preservarse del mundo, ser preservó sólo de mí: la única persona que no volverá a tocar en su vida por miedo a hacer potenciales huérfanos a sus hijos es a mí. Jaja, qué lindo lo que me decís: sos la madre de mis hijos, así que no te toco más. Parecés los tangueros eso viejos chotos de mierda que pensaban que la mina con la que dormían todos los días podían putearla por roncar pero no metérsela en el culo porque eso se hace con las putas, y las que cogen por el culo son putas. No, claro que no lo pensó así, porque los tiempos cambian y los parámetros son otros. Ya no es coger por el culo. Es tener sexo express como de nuevo estuviéramos conociéndonos, que me acaricie la cola con cariño y yo siento que empiezo a mojarme, que le dé un beso y quiera quedarme a vivir en sus labios, que me abrace por atrás en la cocina y me bese en la mejilla y al apoyarme empiece a parársele. Tanguero pelotudo. La madre de mis hijos. Andate un poco a cagar!
El muy puto me vuelve a ese lugar de mierda. Y yo que creí que había salido. Igual ya no lo extraño como antes. Extraño no poder tener conversaciones copadas. Para eso hace falta gente copada, como los cuatro borregos. Pero ellos se fueron. Tres de uno me puso excusas para no verme más. A uno le dije yo que no quería más, suponiendo que enseguida pegaría otro. No pegué nada. Y ahora estoy atrás de nuevo, así que no me atrevo a llamarlo. Cogimos bien, pero yo estoy allá atrás, como antes de que empezara ese fin de año extraordinario que creo guardaré entre mis mejores recuerdos.
jueves, enero 18, 2007
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