Lo vi con la nitidez que ningún recuerdo conserva. Estaban de la mano, se besaban, pero yo a ella no la conozco. Me hubiera gustado que viniera con ella al fiesta de cumpleaños del amigo en común, pero no vino. ¿Por qué vendría? Sabía que no lo iba hacer, pero lo deseé todo el día, desde el momento mismo del sueño, que fue el mismo día que el cumpleaños del amigo. Liberación clamaban las furiosas bestias. Mis bestias claman liberación. Verlo así, en público y de un a vez por todas tal vez me libere. Pero nada me libera. Y mucho menos alguien. Nadie se acerca a cumplir esa misión conmigo, no hay ningún héroe cerca, y no jodamos, ya no soy una nena. Si al menos fuera Araceli. Esa cara de nena, esa actitud. Pero es solo una imagen, no se puede ser así a los 40 o cerca de los 40. A mí me faltan algunos todavía, pero ya los siento, están ahí, presentes. ¿Qué son los 40? No tengo la más puta idea, pero suceden.
viernes, noviembre 10, 2006
Lo vi
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