sábado, julio 01, 2006
Ambición
Supongo que al igual que muchos leí, escuché y vi todo lo que pude como una forma de mitigar la tristeza y la desazón. Escuche a una señora que por tener el título de psicóloga y ser titular de no sé qué asociación de esas que se arman para ganar poder a través del prestigio y prestigio a través del poder, sonreír socorronamente por la pena que asolaba al país, especialmente al país masculino. El destrozo de mi hijo me hizo putearla: qué mierda se tenía que burlar de su estado de ánimo. No hay derecho. Fue una nota en Telenoche; el psicólogo en cambio habló bien, dijo que los duelos son así, simplemente se pasan, se transitan, es como el único camino que nos lleva a la dirección que vamos. Después no hubo más: los malos cambios, Riquelme sin acierto, el Chavo Fucks enojado con todos porque decía que no se jugó un gran primer tiempo, simplemente se tuvo la pelota pero la jugada de riesgo fue de Alemania. Tiene razón. Lo superó tácticamente como había sido superado por México, y finalmente sucumbió como le sucedió a México. Aunque yo creo que México sólo quería hacer un buen papel, y si ganaba mejor, pero ése no era su objetivo. En cambio Argentina quería ganar, pero no supo cambiar a tiempo. O mejor dicho cambió mal. Nadie es infalible, y el tipo que había acertado en los cambios para llegar hasta ahí, en los que no podía equivocarse porque no había reparación posible, se equivocó. Pasa en las mejores familias. Pero él dijo que era muy prudente, y a nosotras, por lo general, los tipos muy prudentes no nos convocan. Al menos a las mujeres como yo. Les falta ambición, ese toque de locura que después trataremos de pisotear porque vivir todo el tiempo así es el infierno Maradona. Así como hay que saber bajar un cambio a tiempo hay que saber acelerar cuando corresponde. Y ahora que la escribo me doy cuenta que Pekerman habló de algo que no correspondía, como si el fútbol, eso que los hombres tipo Fazzini no se cansan de comparar con la vida, fuera algo en lo que siempre hay que hacer lo que corresponde. A mí no me parece: no se puede renunciar a cruzar por la mitad de cuadra incluso cuando no pasa ningún auto. Pero con el resultado puesto es fácil. Aunque veo que los varones mucho no se animaron. Ayer vi a Saja en TyC, el arquero de San Lorenzo, y dijo varias cosas interesantes, que incluían críticas respetuosas a Riquelme (no estuvo como todos esperábamos que estuviera) y todos sabemos lo difícil que es criticar a colegas. Así que parece que todavía quedan hombres. Veremos cómo siguen ellos este juego de virildad que a mí tanto me gusta, y a mis amigas les gusta mirar cuando hay un mundial porque dicen que hay jugadores más lindos, especialmente los tanos. Aunque más que nada porque en ningún lugar nos dejan ver la novela que queremos y estamos obligadas a ver tipos corriendo detrás de una pelota. Lástima. Pena por Crespo, tanto tiempo esperando para esto. Lástima Pekerman. Lástima especialmente Riquelme. Creí seriamente que sabrían dar el salto a la grandeza. Pero bueno, eso también alguna vez lo creí de mí. Así que no hay reproche.
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