viernes, noviembre 16, 2007
Padres
Al principio, cuando me separé, unos cuantos se mostraron más simpáticos. El señor me dijo, una vez, que nada le parecía más insoportable que un varón preguntándole a la mujer que se había separado cómo andaba. Y eso que al señor muchas cosas le parecían insoportables. Casi todo diría yo. En ese momento no entendía. Y cuando me separé, tampoco. Con el tiempo fui cayendo. Y lo más lindo que nadie te quiere coger. En realidad sí, pero lo niegan. Se te acercan a ver si vos te querés consolar con ellos, y en esa búsqueda de consuelo terminás más allá del límite, y entonces ellos te ponene el límite. Es su manera de demostrarse que son lo que piensan que son: rectos padres de familia, preocupados por el bienestar de sus cercanos, buenos ciudadanos; impolutos. Insoportables. Incluso los que toman distancia de las partes, lo son. Lo son más bien por conciencia: saben por qué y para qué se acercarían, un día se dieron cuenta, como el señor, y entienden que están inhabilitados para esa acción. Cualquier cosa con ellos sería imposible. Sólo si fueran padres de otro establecimiento, como decían las autoridades escolares cuando éramos chicas. Un varón padre es un varón sin erotismo. Y sólo es padre cuando lo cruzamos cotidianamente en la puerta de la escuela de nuestros hijos. No son cogibles, acaso porque hace mucho pero mucho que no cogen, aunque la metan. Es increíble cómo chicos tan bonitos y apetecibles pueden esconder todo con tal de que una mujer los quiera.
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