El problema es tu tiempo. Siempre. Mirado en perspectiva todo es fácil. Al menos entendible. A veces hasta risueño. El mientras tanto que va de ese momento que creíste que eras feliz hasta el otro momento que suponés que va a llegar. Pero no llega. Antes que por los hijos una entiende a los padres por la edad. Los reclamos se vuelven espurios, incluso cuando se sepa que no hay perdón. Le entregás tu hija a tu mamá por necesidad; hay casos felices: madres e hijas comparten. El mío no pertenece a ese grupo. Soy de las que la falta de tiempo las obligó a hacer de su madre una abuela. Que a eso se aprende también. Y yo le enseñé. Bah, le di el instrumento. Y ya está, el resto se pasa porque la nena esta feliz, y si ella está feliz, los reclamos te los metés bien ahí. Y yo me los tuve que meter, luego de intentar que, a cambio de afecto que ya jamás podrá volver a disfrutar, de ese regalo que es un niño haciendo de un vieja mujer un ser feliz, ella siguiera pensando que todo se debía a una etapa de mi vida que ya pasaría, y que más temprano que tarde no sería más.
Ese día no llegó. Por eso perduran los besos distantes, la falta de abrazos, los mimos, las caricias en el pelo, las miradas de aguante, la dulzura que siempre estaría disponible para que superara los tiempos duros que ella sabía que vendrían. La voy a tener que enterrar. Peor, cuidar su vejez. Como si el haber dejado todo por esta soledad no haya sido castigo suficiente. Como si todo el amor que me negó por haberle dicho que ya basta mamá, no haya sido suficiente peregrinar por el desierto. La concha de tu madre, mamá.
miércoles, junio 13, 2007
viernes, junio 08, 2007
Idiota
Este sitio para mí es un viaje. Leerlo me conmueve. Esa energía, la vitalidad de cada una de sus palabras es como una maquinaria que da energía para provocar más vitalidad. No conozco sitios de mujeres similares. Tal vez porque no conozco sitios de mujeres que hablen de la cosa pública. Tal vez porque los sitios de mujeres solo hablamos de nosotras, de lo que ocurre fuera del mundo público, es decir fuera de la política. Y lo que ocurre fuera de la política, como bien descubrieron los griegos hace ya mucho, es idiota. Seremos idiotas? No lo creo. Vendrá de ahí la subestimación ancestral que sufrimos? Creo que en buena medida. Hay algo que, incluso en este mundo de blogs en lo que podríamos hacer literalemtne los que se nos canta (al menos escribiendo), no lo hacemos. La cosa pública no aparece en nosotros. Aparece una estética, pero no aquella estética que decía que todo plano es político, sino una más bien vacua, de esa idiota.
Intimidación
Dicen que intimido. Que los tipos no se me acercan porque piensan que los voy a llevar de las narices. Ahora que había decidido seguir el consejo de mi amiga. No es que no quieren compromisos, no los quieren conmigo. Dicen que soy exigente. Y algo de razón deben tener, porque para imponerse la soledad antes que algo que no gusta hay que ser exigente. Exigente con una, pero indulgente con los demás. Y ahí no hay valor: a mí me exijo porque supongo que estoy a la altrua de la exigencia, al otro no porque sospecho que no sabrá estar. Sea por lo que fuese, hoy no hay plan, y mañana tampoco y tampoco pasado. El lunes menos.
Y V se fue de viaje. Y no le pude decir que me gustaría pasar más tiempo con él. No me animé a llamarlo por ese prejuicio de nosotras, que pensamos que nos van a mirar mal si los llamamos, o no nos van a considerar como pensamos que nos merecemos. ¡Cuánto prejuicio! Debe ser parte de la exigencia. Me amiga me cagó la vida. Justo cuando estaba empezando a sentir que había acomodado todo para no necesitar acomodar más nada, cuando sentía una ténue sensación de bienestar sin tener la necesidad de alguien, ni siquiera para coger, justo cuando amenazaba la percpeción de que llegaba a un lugar despojado, relajado, ajeno a la exigencia, me dijo que tenía que conseguirme un tipo. Te odio M, te odio con todo mi corazón por haberme hecho acordar de lo que con tanto esfuerzo había conseguido creer que había olvidado. ¡Y no tengo la regla!
Y V se fue de viaje. Y no le pude decir que me gustaría pasar más tiempo con él. No me animé a llamarlo por ese prejuicio de nosotras, que pensamos que nos van a mirar mal si los llamamos, o no nos van a considerar como pensamos que nos merecemos. ¡Cuánto prejuicio! Debe ser parte de la exigencia. Me amiga me cagó la vida. Justo cuando estaba empezando a sentir que había acomodado todo para no necesitar acomodar más nada, cuando sentía una ténue sensación de bienestar sin tener la necesidad de alguien, ni siquiera para coger, justo cuando amenazaba la percpeción de que llegaba a un lugar despojado, relajado, ajeno a la exigencia, me dijo que tenía que conseguirme un tipo. Te odio M, te odio con todo mi corazón por haberme hecho acordar de lo que con tanto esfuerzo había conseguido creer que había olvidado. ¡Y no tengo la regla!
miércoles, junio 06, 2007
Madre
Maravilloso. Así de simple. Lástima que a Lola no se le pueden dejar comments, porque hubiera preferido dejárselo en su sitio, incluso poder decírselo con más intimidad. Escribí algo sobre Mi mamá me ama cuando nació el primero de mis hijos. En el puerperio, claro. Trataba de establecer porqué eso era lo primero que nos querían enseñar a escribir. Por qué no papá me quiere, menos pretencioso, más real. Años después un amigo, en una reunión, dijo: no las quiere, no ves que tiene que estar todo el tiempo diciendo que todo los hace por ellas. Quedé pasmada. Hablaba de Maradona y su compulsión a decir que todo lo que hacía lo hacía por las hijas. Mi mamá me ama se hizo más claro. No tanto como lo de Lola, pero sí me había quedado claro. Lo dejé ahí. Era una etapa en la que no escribía, y cuando una no escribe las cosas se le pueden ocurrir, pero le duelene menos.
Hace poco Nazarena Velez me hizo acordar de nuevo del asunto: no los quiere; todo lo hace por los hijos dice a cada paso. Lola lo explica a la perfección. El tema es que somos madres. Entonces la cosa se vuelve jodida. No porque no podamos hablar de estas cosas delante de los chicos, algún día ellos tal vez lean estas cosas. El problema, además de que no entenderían una mierda, sino porque no podemos evitar dejar cicatrices, como las que nos dejaron y por las cuales somos reconocidas. Atrevernos a pensarlo y a decirlo no nos inmuniza.
Los varones fueron bendecidos. Y no por el dolor físico, el sufrimiento, el culo que se te agranda, la cadera que se te ensancha, las tetas que se te caen. Sino porque pueden elegirlo. Deciden ser padres, que no es lo mismo que tener hijos. Nosotras somos madres apenas quedamos embarazadas.
Hace poco Nazarena Velez me hizo acordar de nuevo del asunto: no los quiere; todo lo hace por los hijos dice a cada paso. Lola lo explica a la perfección. El tema es que somos madres. Entonces la cosa se vuelve jodida. No porque no podamos hablar de estas cosas delante de los chicos, algún día ellos tal vez lean estas cosas. El problema, además de que no entenderían una mierda, sino porque no podemos evitar dejar cicatrices, como las que nos dejaron y por las cuales somos reconocidas. Atrevernos a pensarlo y a decirlo no nos inmuniza.
Los varones fueron bendecidos. Y no por el dolor físico, el sufrimiento, el culo que se te agranda, la cadera que se te ensancha, las tetas que se te caen. Sino porque pueden elegirlo. Deciden ser padres, que no es lo mismo que tener hijos. Nosotras somos madres apenas quedamos embarazadas.
Lost
Hace un rato llevé a los chicos a la escuela y crucé miradas con un padre de jardín. Lindo. También cruzamos unas palabras. Y yo, que no voy a trabajar hasta tarde, volví excitada y no pude evitar masturbarme. A veces pienso que eso me saca imaginación e iniciativa para un tipo. Como que me deja satisfecha por un rato y ya no los busco. Este probablemente esté casado (seguramente está casado), y la de amante me ratonea pero no creo que tenga que ver con el consejo de mi amiga. Mañana dirá lo suyo el terapeuta, que de nuevo me pidió dos sesiones semanales. Dice que no quiere probar con la medicación de nuevo, que sigue estando pero más baja que en los tiempos de aquellos bajones. Yo digo que puedo vivir sin pastillas, pero él dice que no. Que el hecho de estar bien no significa que lo esté. Me lo dijo así, esperando que lo entendiese. Y lo peor fue que lo entendí. Salí del paso a lo Blumberg: ¿se entiende? Él se rió. Ojalá hubiese tenido una ocurrencia por el estilo esta mañana. Pero me salió la mina seria que no se mete con tipos casados y menos si van a la misma escuela que su hija a ver lo que va a pensar la gente y que cómo él se va animar. Podría haber sido seria histérica, tipo de afirmar a los cuatro vientos que yo jamás haría una cosa así de modo que el entienda el código y me diga algo. No me animo a preguntarle a la mamá de algún compañero de mi nena. Me da cosa, me parece que todas piensan distinto y más si estan casadas. ¡Cuánto prejuicio! Me voy a de Lost, tal vez después le mando un mail a alguien preguntándole
lunes, junio 04, 2007
Cansada de este mundo
Una amiga me dijo que me tenía que meter con tipo. Así nomás, sin preámbulos ni vueltas. Es de la idea de que la soledad te acostumbra tanto que después no podés salir. Y que además te mantiene activa cogiendo, el cuerpo más elastizado y flexible, el semblante distinto. Y sobre todo que no andás cargando las cosas sobre los demás, especialmente tus hijos, el varón, que pasa a ser como el compañero que no tenés. Un mierda. Pero una genia mi amiga. Más que el terapeuta. Aunque él por la negativa me hizo dar cuenta que estoy definitivamente sola, y que lo único que me queda es escribir. Escribiré. Y me conseguiré un chongo. Al menos por un mes, que es lo que me dijo mi amiga. Masturbarse no alcanza. Y no sólo por razones psicológicas, el físico se descarga un 400 por ciento más, según leí. Acaso la circulación de la energía energice. Y además porque cuanto más sola te ven más te reuyen. Eso creo yo, otra vez cerca de donde ya estuve y pensé que no volvería. Al menos no por un buen tiempo. Y encima el Señor me acaba de pedir permiso para irse de vacaciones de invierno con los chicos, y yo sin un puto plan.
Mi amiga no me lo dijo, pero yo siento que ya canso.
Mi amiga no me lo dijo, pero yo siento que ya canso.
viernes, junio 01, 2007
Escribir, leer, escribir
Lo tendría que haber previsto, más que nada porque ahora pensamos así antes que porque las cosas sean así. Lo que pasó fue que a punto de publicar mi post, se colgó la máquina y no hubo forma de hacerla andar más que reseteándola, o sea perdiendo todo. Bien, antes uno hubiera puteado porque las cosas no son lo que prometen: los fabricantes, quienes nos vendieran la ilusión de que la cosas sirven según dicen sus fabricantes que sirven, habrían sido nuetro blanco. Más tarde fue el asunto de la suerte, de nacer con estrella y estrellado. Hoy es la energía: como si empeñarse en algo generara más rechazo de ese algo para concrectarse, o si hubiera algo nuesto que no manejamos y que nos produce efectos perniciosos actuando sobre cosas sobre las que tal vez no debería tener influencia, como una computadora. Estoy viendo mucho Lost.
Un amigo me inoculó el bicho (vaya, me olvidé que así se le decía a l o que tiene él). Creo que algo tiene que ver con mi bajón, el que para venir viene sin avisar para que no esté prevenida. El terapeuta dice que es porque me confié: como ejemplo puso que no escribía periódicamente, y que eso era un síntoma. Le dije por qué me lo dijo ahora y no cuando se dio cuenta. Fue demasiado sincero: se dio cuenta cuando yo lo llamé desesperada en busca de alguna contención. Hubo un click. No sé de qué tipo, pero funcionó para escribir.
Un amigo me inoculó el bicho (vaya, me olvidé que así se le decía a l o que tiene él). Creo que algo tiene que ver con mi bajón, el que para venir viene sin avisar para que no esté prevenida. El terapeuta dice que es porque me confié: como ejemplo puso que no escribía periódicamente, y que eso era un síntoma. Le dije por qué me lo dijo ahora y no cuando se dio cuenta. Fue demasiado sincero: se dio cuenta cuando yo lo llamé desesperada en busca de alguna contención. Hubo un click. No sé de qué tipo, pero funcionó para escribir.
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